|


La canción que escuchabas con ella hoy es un nudo en el cuello, la sonrisa que te hacia feliz hoy es la causa de tu dolor y la gente que prometió siempre estar a tu lado te niega la mirada con cara de odio riéndose de la desgracia que te toca vivir. Correr seria huir pero no alejarte, el puñal que llevas en la espalda te hace apretar los puños y la mandíbula con el sentimiento asesino que corre por las venas que gotean sangre en el filo del acero duro como el momento en el que sentiste el beso pero no el amor y derramaste una lagrima oscura, pesada como el mercurio, cargada del fuego que alguna vez creíste encendido y hoy descubres jamás encendió...viste solo el humo de una flor marchita en el interior de un pozo lleno de brasas negras perdiendo calor.La lagrima recorre tu mejilla dejando el rastro del dolor en tu rostro como la cicatriz en la cara de un soldado que sin desearlo se encuentra frente a un ejercito defendiendo a lo que mas ama por la decisión de una persona acostumbrada a comer en una mesa larga como el campo de batalla en el que se derrama la sangre que le da el poder de utilizar a la gente que le dio todo lo q posee. Decidís caminar el único sendero que desconoces en busca del camino que te ayude a volver a cantar sin sentir la culpa, la nostalgia y el dolor que cargas en los hombros,la canción que te ablando el corazón aquella noche de lluvia con todas las estrellas tapadas por una inmensa nube gris a excepción de la mas brillante de ellas que se encontraba en frente de ti diciéndote que el fuego ardía mas que nunca.Cada paso se hace más difícil. La droga, el alcohol, y lucifer se ofrecen a eliminar tu sufrimiento a un bajo precio, tu cuerpo y tu alma. En ese momento recuerdas aquella frase que jamás comprendiste pero siempre recordaste, y entiendes que la elección correcta no es la más fácil sino la más demente de ellas, enfrentar la angustia y vencerla o morir intentándolo. Mas convencido que nunca juras jamás dejar de mirar hacia atrás sin imaginar un mejor futuro que los adoquines en los que caíste tantas veces como las que te volviste a levantar. Ese camino que decidiste cursar es aquel que te devolvió al lugar del que partiste con el convencimiento de que jamás podrás arrancar una pagina del libro de tu vida pero si escribir la siguiente de modo que opaque a la anterior.

0 comentarios:

Publicar un comentario